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Tontos Club (5)

martes, 30 de abril de 2024
Cuando mis hijos con sus respectivas parejas se fueron al pueblo, lo primero que hizo Maika fue decirme que si se me iba la olla. Resulta que el otro día a mi nieta Carolayn le llamé Melody y ese es un nombre que uso, a veces por confusión, para su madre Melany, la mujer de mi Antony. Me equivoco y ahora parece ser que se lo llamé también a la niña. Resumiendo: que la madre se llama Melany y la hija Carolayn. El llamarle Melody es un parche de mi olla, dice Maika. Ella ya sabe que yo soy muy susceptible y le contesté que para írseme la olla tenía que tenerla y que ni tengo olla ni tartera. Que mi cabeza a veces tiene que procesar muy rápido porque estos bichos que me dio de hijos requieren un esfuerzo sobrehumano. Ella sabe como yo que en un concurso de gilipollas, aunque entrenen, que entrenar entrenan, porque no saben hacer otra cosa, ganarían por aclamación popular. Y mira tú que hay gilipollas, pero mis hijos son sublimes. Y vean ahora por lo que les da: la Eli se va de vacaciones con su hermano y sus parejas y deja empantanado el "Vacas Jet Set", su futuro restaurante. Antony, que quiere montar un partido con otros cuatro descerebrados como él, anda llamando a las televisiones para que escuchen su proyecto. Eso sí, cuando lo tengan. Porque ellos primero montan el partido y después inventan lo que necesiten. Si por inventar que no sea, que Fredy, uno de la panda, inventó el giro sobre su eje, es decir, que sabe dar la vuelta sobre si mismo. ¿Lo quieren más memo? Si de eminencias están servidos, otra cosa es que no se esnafren, que así dicen en mi tierra para romperse la crisma. De eso ya tienen experiencia. Y nada, que les va la marcha.
Puesto el lector en antecedentes, les cuento mi nuevo calvario: Cuando Melany se marchó, le encargó a Maika que la niña tenía que tomar las barras energéticas, porque está demasiado delgada. Delgados estaban los niños de la Posguerra, que iban conmigo al colegio cuando era niño, pero Carolayn es una niña normal. Así que las barritas energéticas esas se las van a comer las vacas de su cuñada, la Eli, porque en esta casa se comen lentejas, garbanzos, sopa y similares. Empiezo a sospechar que la tontería de mis vástagos pudiera estar relacionada con tantas chuches y gominolas. Seguro que les fundió el poco cerebro que traían de serie. Tantas hambergues, tantos naguits, tantos nachos, tantos iñaquis... mezclados con la comida de autor ésa, que con un mejillón montan un banquete, puede desparramar las escasas neuronas y vaya usted a saber si de un queso de tetilla no maman los ejércitos de la Otan. Harto estoy de comer en restaurantes que en vez de echar una buena paletilla, un buen cocido o una buena merluza, me quieran alimentar con fotocopias de carabineros hechas con mucho mimo y cariño. ¿Cuándo se van a enterar que el mimo no se come y que Cariño es un pueblo? Ciertamente, Melany no da ni para un cursillo de pegacromos, pero no se pierda usted a mi Antony. Ese vale para un monográfico. Ahora anda con la política y sabe de ella tanto como Ayuso. Si una da clases de libertad, el otro las puede dar de economía. Si la una tira cañas y vende mascarillas a escala familiar, el otro explica como le hacen los bizums papá o mamá. Ambos se explican así porque hay que hablar el lenguaje del pueblo llano, y como su diccionario es de una calidad similar a su capacidad intelectual, por la regla pedagógica de adaptarse a las capacidades, ninguno de los dos aprueba en la universidad de la vida, que es una gilipollez más de la presunción de los iletrados.
A veces pienso si Donald Trump, Putín, Xi, Netanyahu, kim Jong-un, aquí Abascal y otras lindezas habrán sido colegas de mis joyas ¿A ver si es que mi Antony va a tener razón cuando dice que más inteligentes es difícil encontrar?
Hoy viene Pepe a comer. Pepe es un viejo amigo de los que sabe lo que es currar, sacrificarse, criar hijos y luchar por una sociedad mejor. A mi me cae muy bien porque siempre me hizo reflexionar con un vocabulario común y realista. Dice que los grandes pensadores están muy bien para los intelectuales; pero que él, para vivir, sólo necesita solucionar los problemas que cada día le surgen. Le gusta soñar tanto como a mí, pero últimamente está viviendo en un ostracismo muy meditado. No le gustan ni las aglomeraciones, ni nada que suponga formar grupos o camarillas, que él sabe quien son sus amigos y sólo le gusta hablar con ellos y nada más. Huye de confrontaciones y afirma que no existen las verdades absolutas sino que sólo tenemos opiniones.
Eso lo comentaba mientras dábamos cuenta de una clase magistral de fabada asturiana de la mano de Maika y unas botellitas de rioja de la bodega casera.
Dice Pepe: ¿Tú has pensado alguna vez en qué manos estamos? ¿A tí te parece que estamos seguros con estos genios? ¿Has reparado en la Inteligencia artificial? ¿Puedes creer que podramos estar en el borde del pricipicio?.
Contesto: No, hombre, hay que soñar mucho más, hay que reirse, porque para llorar ya está la noche cuando Maika y yo le preguntamos a la vida cuál fue nuestro error educativo...
Vosotros y otros muchos os habéis esforzado con la mejor ntención del mundo por dar lo mejor a vuestros hijos, pero quizás habéis olvidado que tanto las personas como los países salen adelante con una serie de valores que ahora no están de moda. La sociedad actual vive desnortada, es muy poco reflexiva, vive la inmediatez y está sometida a un feroz mercado consumista que la devora. La educación está enfocada en preparar a la juventud con herramientas, no para la vida, sino para el mercado. Hemos hecho del dinero el verdadero dios y, aunque se nos llene la boca con que no es así, adorándolo vivimos. Siempre hay excepciones. Nunca fuimos menos solidadrios. Nos vale cual disculpa para negarnos a compartir con los necesitados lo nuestro. Se han olvidado principios básicos como la honradez, por ejemplo, y todo vale con tal de conseguir el fín. El país está lleno de golfos afanosos del dinero. Se ha perdido el respeto por quien trabaja y se explota sin ningún pudor alguno. Vivimos absortos sumidos en un Capitalismo devastador que se aprovecha de la mala praxis de la doctrina socialista de Rusia o China. Así que aquí no hay lugar para un termino medio y así se permite arrrasar, porque la economía se ha enfocado al IBEX y el triunfo es del que más dividendos ofrezca, lo que implicitamente avoca a la esclavitud. Se les llena la boca diciendo que son las reglas del mercado y el mercado es tan cruel que aumenta la desigualdad social. Y ésta es la causante de la guerra y la desolación. Todo se planifica como un inhumano puzle, donde las armas son una terrible industria a la que hay que dar salida. Se invaden pueblos, se esquilma la riqueza ajena, se legisla para darle cobertura al latrocinio. Las armas, las herramientas más irracionales fabricadas por el hombre, son hoy una industria terriblemente poderosa y que necesita conflictos,¿podemos ser más torpes? Las leyes, nacidas para la justicia, son hoy herramientas de la depredación para múltiples negocios de bancos, aseguradoras y otros ruines avaros... Y enemigas de la verdad. ¿A dónde va una sociedad que pierde la verdad, la justicia...? ¿Dónde está la verdadera libertad?
Estaba Pepe todo embalado con su mitín de tal manera que no oía a casi nadie, cuando aparece desde la cocina Maika y nos dice: ¿ Os habéis enterado de la noticia de Sánchez? Que a lo mejor dimite... Nos quedamos sorprendidos al principio, pero no sabíamos nada.
Continúa Pepe, ¿ves? Este país es la cueva de Ali Babá, pero en vez de cuarenta ladrones, los multiplicas por una cantidad y seguro que te quedas corto. Siempre vivimos en manos de trileros. Aquí no se deja nunca gobernar a quien elige la mayoría democráticamente, que aunque cometa errores y tome decisiones que no nos gusten, goza de la confianza de la mayoría ciudadana. Creo recordar que antes de Franco, desde 1815 hasta el fatídico 36, hubo diecisiete pronunciamientos militares. Aquí siempre se está conspirando, descalificando... pero lo peor es que lo hacen los golfos. Aquí se montan algaradas y se prostituye la libertad para alentar maniobras contra los gobiernos legítimos. Y se miente todo lo necesario con la complicidad de la prensa afín siempre financiada por los elementos que menos pagan al fisco. A nadie se engaña hablando de que los militares son los sabuesos de ese capitalismo depredador. Ni que decir tiene que hay una cohorte de jueces, prensa, y demás elementos distorsionadores que están siempre acosando y a degüello contra quien gobierna. Nunca aceptan en buena lid la derrota y se tiran la vida inventando infundios o interpretando a su manera las decisiones políticas. Pero si eso no fuera poco, mientras tanto aprovechan todos los recovecos del erario público para meterle mano sin pudor alguno.
Maika, que es muy lista, sabe que lo que dice Pepe es cierto, pero queriendo quitar hierro a la triste conversación, dice: ¿Y qué os parece, o mejor que os parecería, que Puigdemont y Ayuso se liaran? ¿Os imaginais a Puigdemont cambiando el oso del madroño por un panda? O ¿a Ayuso pintando de blanco la Moreneta por aquello de que ahora los catalanes son una raza superior? ¿Os imagináis que por San Jordi, en vez de la rosa del Psoe, se entregarán los nardos tan castizos de Madrid? o ¿Que a la sardana la fusionarán, ahora que hay música fusión, con un chotis? ¡Cuántos cambios podrían darse! incluso intrercambiarse la Seat por la Cibeles. Y en vez del cocidito madrileño, comeríamos unos calçós con salsa romanescu... todo es posible con esta gente.
Hombre, puestos así, les vendemos a Vinicius y compramos a Lamine Yamal dije yo para cachondearnos. Y seguimos un rato con la misma chorrada. Pepe se fue y nosotros recogimos y nos acostamos. Ya en cama pensé:
La sociedad actual está absolutamente crispada, resulta evidente que esta gente no tiene ni respeto ni principios; les sirve todo para crear un lodazal de miseria humana del que si tuvieran un mínimo de vergüenza se irían a su casa y se dejarían de salvar al País, porque seguramente habrá alguien que sea, además de inteligente, culto, honrado, sincero, trabajador y valiente para poner a esta fauna en su sitio. No me gusta nada el sesgo de esta sociedad, que es mi País. Me parece que se olvida la Historia, se viven los problemas humanos con frivolidad, se aislan muchos en sus torres de marfil para vivir cómodos, se roba a manos llenas sin pudor alguno y ni siquiera los muertos de la pandemia les importan, se mira para otro lado cuando se ve la necesidad, se despelleja demasiado y se desconfia de todo el mundo, se ponen trabas a leyes que buscan el bien común, se huye de la política por su desprestigio, se valoran demasiado las siglas y poco a las personas... Pero también se vive para el presente y trastornados con el dinero y ningún principio se respeta con tal de conseguirlo; se admira al rico aunque sea un ladrón y, si acaso, se justifica; se suben a los altares a capos mafiosos disfrazados de empresarios; se legisla contra la esclavitud y, sin embargo se fomenta o hace la vista gorda en aras de defender la economía; se vende la universidad como cuna del saber y se compran y venden titulos en el mercado de las vanidades; se educa a la juventud en colegios clasistas para convertirlos en clases dirigentes fomentando la desigualdad y el conflicto; se huye de las clases bajas como de la peste, pero sin embargo, se utiliza para la explotación...
En fin, ardua tarea y triste esperanza.
Hoy, queridos confidentes, tocó la realidad. Y en ella vivimos. Somos la parte de los tontos del club.
Timiraos, Ricardo
Timiraos, Ricardo


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